Volante repartido en Argentina
Reproducimos un volante que estaremos distribuyendo esta semana, en papel y por celular, en tres capitales de Argentina. Ha sido elaborado por compañeros que llevan un tiempo organizádose en Mendoza, San Juan y Córdoba mano a mano con compañeros de la Antorcha y Emancipación.
El volante reafirma las necesidades puestas de manifiesto por la epidemia que ahora durante la cuarentena se discuten en los patios de los hospitales, en las casas y en miles de redes de amigos y compañeros de trabajo tejidas desde el teléfono celular. Mantener esas reivindicaciones y no perder la perspectiva durante el periodo de encierro será fundamental para enfrentar la oleada mundial y brutal de ataques con las que intentarán reanimar el capital a nuestra costa cuando la propagación de la enfermedad remita.
Los trabajadores de todo el mundo nos enfrentamos ahora a dos problemas globales: una epidemia que mata más a los más débiles físicamente y a quienes tienen peores condiciones de vivienda y trabajo, y una crisis económica que la seguirá. El virus, como la crisis, no conoce de fronteras, y lo que ocurre en cada lugar afecta al resto. Simplemente, no hay soluciones nacionales.
¿Qué hacen y qué exigen los trabajadores de otros países que han comenzado a sufrir la epidemia antes? Hacen huelga para parar la producción no esencial, pero también para asegurar que se garantizan las necesidades básicas de todos y que la «recuperación» que le siga no «recupere» los beneficios del capital a costa de la miseria de los trabajadores.
Sabemos que la crisis sanitaria paraliza las ganancias, pero no podemos dar por bueno que para aliviar la situación a las empresas los trabajadores pierdan sus trabajos, sus casas y tengan dificultades para satisfacer sus necesidades más básicas. Pretenden que paguemos las consecuencias de un sistema que antepone los intereses del capital a las necesidades humanas.
Solo con nuestros compañeros y vecinos, luchando juntos con los trabajadores de todo el mundo, podemos resolver este caos. Esa pelea solo la podemos dar los que la sufrimos. Los dueños de las empresas están dispuestos a hacer sacrificios... es decir, están dispuestos a sacrificarnos con tal de mantener sus inversiones «vivas»; los sindicatos y los que colaboran con el «Comité de Crisis» quieren «equilibrar» el salvar vidas con salvar las inversiones de las empresas que los mantienen. Pero estamos en una situación que no tiene equilibrio posible. La producción se puede volver a poner en marcha, las vidas perdidas y los cuerpos severamente castigados por la enfermedad, no.
- Necesitamos un cumplimiento efectivo de la cuarentena en las actividades no esenciales.
- No necesitamos milicos en los barrios, necesitamos personal sanitario con condiciones de seguridad, equipamientos médicos y camas de hospital.
- No necesitamos hospitales de campaña, rudimentarios y obsoletos, necesitamos un sistema de salud óptimo, igual para todos y preparado para contingencias.
- Necesitamos viviendas dignas con cuartos para padres e hijos, agua, electricidad y saneamientos... La cuarentena y la enfermedad muestran hasta qué punto nuestros hogares son insuficientes incluso para mantenernos a todos con vida.
- No necesitamos subsidios, beneficios o sanciones patronales. Es una aberración que no haya trabajo cuando hay tanto trabajo por hacer para satisfacer las necesidades más básicas de todos.
- Necesitamos seguridad y equipamientos para evitar de manera efectiva el contagio de los trabajadores en industrias esenciales. Baja automática para permitir el confinamiento a todos los que estén en situación de mayor riesgo (mayores de cincuenta, inmunodeprimidos, etc.)
Hoy las reivindicaciones las marca el coronavirus, pero si enfrentamos la pandemia como trabajadores, mañana, cuando la cuarentena y la epidemia acaben, en la batalla contra los ataques a nuestras condiciones de vida que la seguirá, seremos más fuertes.
Los trabajadores debemos derrotar lo que nos enferma y nos mata: igual que frenamos a nuestros patrones para defender la salud, derrotaremos el capital para salvar nuestra humanidad.
Movimiento por la Emancipación