
La nueva ley de aborto que ultima el gobierno español incorpora bajas laborales de tres días, ampliables a cinco, para aquellas mujeres que tengan reglas dolorosas. Los medios se han puesto a hacer ruido alrededor del tema: unos quejándose de la carga que supondrá para la pequeña burguesía que tendrá que pagar esas bajas en las PYMEs, otros tomando hipócritamente la bandera del dolor menstrual y el reconocimiento de «las mujeres». Un nuevo debate trampa que nos invita a mirar a otro lado mientras el elefante de las condiciones laborales hace estragos en la habitación.