
Los trabajadores no obtendrán nada ni de Lukashenko ni de la oposición. Son justamente las consignas sociales y económicas -y no la de la oposición- las que pueden permitir llevar adelante la lucha y extenderlas de nuevo al sector privado.
Los trabajadores han aparecido por fin sobre el tablero en Bielorrusia, con sus propias preocupaciones y no encuadrados por las llamadas iniciales de la oposición. Ahora se presentan como una fuerza durante esta crisis, pero el resultado aún no está decidido. Serán encuadrados por el esbozo de revuelta popular como quiere la oposición, o bien avanzarán en su propia lucha como clase añadiendo sus propias consignas a este movimiento incipiente?
Los noticieros del mundo cuentan las elecciones y las protestas en Bielorrusia de forma completamente contradictoria. Mientras la TV española liga el el fraude electoral a Rusia, la BBC recuerda el trasfondo de enfrentamientos recientes entre ambos regímenes y la TV alemana destaca el comunicado conjunto de Polonia y Lituania llamando tibiamente al diálogo. ¿Qué hay bajo la crisis política en Bielorrusia?