
Para sorpresa de propios y extraños, el gobierno Sánchez pasará a la historia como el artífice del «cambio de modelo productivo» que la burguesía española había perseguido durante décadas. Cabalgando entre el Pacto Verde y la Economía de guerra, está teniendo lugar una rápida y amplia recapitalización del núcleo del capital nacional al mismo tiempo que la Reforma laboral acelera la conversión del país en un entorno de bajos salarios. El capital español bajo la batuta de Nadia Calviño y Yolanda Díaz se prepara así para colocarse con ventaja en la nueva División Internacional del Trabajo en un nuevo mundo de bloques. El cambio está siendo y será aún más dramático para los trabajadores.