Si la guerra es el modo de vida de la burguesía como clase global, sus ramas en Palestina e Israel han hecho de ella una forma de dominación relativamente estable. Asentada en el miedo, la religión, el racismo y la descomposición, para ellos la guerra es el presente y el futuro. Eso es lo que ambas defienden poniendo como horizonte una «solución binacional», dos estados complementarios en el crimen y la explotación de los trabajadores. La solución es otro tipo de unidad de clase, la unidad de nuestra clase, los trabajadores, contra toda forma de explotación y opresión. No hay otro futuro que la miseria y la muerte tanto en la patria como en el patrón, se les ponga el gentilicio que se les ponga.