
La nueva oleada de luchas involucra a más trabajadores en un único movimiento asambleario que la huelga masiva que en agosto pasado se extendió por el sector petroquímico, las acerías y las centrales eléctricas iraníes. Organizados en principio a través de grupos de Telegram, los trabajadores tendieron a centralizar las luchas desde el primer momento, organizándose en asambleas generales de aldea y ciudad y luego en asambleas entre centros y localidades, conectadas permanentemente. Hasta hoy los trabajadores han vencido los intentos de las empresas por dividir a las plantillas y las amenazas de represión.