
Las luchas han ido en aumento en India desde principios de este año. La combatividad venía al alza durante los últimos dos años, pero la pandemia de covid y la respuesta gubernamental ante el virus han ido desatando las luchas. Como ha sido la tónica general en todo el mundo, el gobierno indio ha priorizado los intentos de salvar una economía en caída sobre salvar vidas y cubrir necesidades. Ha desplegado toda una serie de cambios legales que socavaban aun más a campesinos y trabajadores. Resultado: un foco de luchas en el sur del país que los sindicatos no han logrado contener.