
Por primera vez desde los años noventa un proceso de paz parece avanzar en Palestina. Lo impulsa la diplomacia egipcia y ni Israel ni EEUU participan directamente. Sus principales rivales son Irán y Hezbollah, el partido-estado islamista shií que el régimen de Teherán sostiene en Líbano y Siria. La pieza clave, y también la más frágil en las negociaciones es Hamás, la rama palestina de los Hermanos Musulmanes, apoyada por Turquía y Qatar y en guerra simultánea contra Israel, la Autoridad Nacional Palestina dirigida por la OLP... y el propio Egipto.