
El trumpismo es el espejo de Dorian Grey de la burguesía estadounidense, el síntoma que no quiere ver de su propia decadencia como clase, de su incapacidad para sostener el dominio de la sociedad sin fracturarla y enfrentarla a cada paso. Y eso da miedo porque ni es una enfermedad de los republicanos, ni se limita, ni mucho menos, a EEUU.