
La famosa potencia económica alemana se tambalea. La subida de tipos empuja a EEUU hacia la recesión. Los bancos centrales empiezan a volver a mirar con recelo el mercado de vivienda. Y la «nueva austeridad» se da por hecha con tanta naturalidad en Francia o España que su puesta en marcha sólo depende de los ajustes del calendario electoral.