
El gobierno Sánchez, mano a mano con la Comisión Europea está culminando del diseño de la «nueva austeridad» que seguirá a la breve bonanza de los fondos europeos. La estrategia iniciada con la Reforma Laboral y de pensiones culminará con un recorte del llamado «gasto social». Recorte agravado por el caballo de batalla del gobierno español en Bruselas: que las reglas de austeridad no afecten a las grandes transferencias directas de dinero público al capital ligadas al Pacto Verde y la digitalización de las empresas.