
Alemania aumenta sus objetivos climáticos. Cambia su Ley del Clima comprometiéndose que en 2030 la reducción de emisiones será del 65%. La causa formal, una resolución del Tribunal Constitucional. La real: la competencia con EEUU. Lo importante: cada acelerón del Pacto Verde aumenta las contradicciones económicas, lastra la producción e impone un horizonte cada vez más negro a las condiciones de vida y de trabajo. En la competencia acrecentada, el estado centraliza y busca nuevas formas de nacionalizar. Nada de progresista en ello. No estamos más cerca del socialismo, sino de la economía de guerra.