
La cuestión de las lenguas de trabajo en una organización de la clase universal es una cuestión política de primer orden. Sin embargo, no se planteó como tal hasta la fundación de la IIIª Internacional.
La cuestión de las lenguas de trabajo en una organización de la clase universal es una cuestión política de primer orden. Sin embargo, no se planteó como tal hasta la fundación de la IIIª Internacional.
Acercarnos a los desarrollos formativos y educativos de los partidos socialdemócratas antes de la Primera Guerra Imperialista Mundial y de los comunistas tras ella, nos ayuda a entender qué fueron realmente las Internacionales y como se organizó el «Proletariado consciente».
La Primera Internacional agrupó expresiones de clase muy heterogéneas. La Segunda y la Tercera Internacionales, impulsadas por su ala izquierda agregaron al tejido ya existente, organizaciones enfocadas a sectores específicos de la clase (jóvenes, mujeres, etc.). ¿En qué marco? ¿Bajo qué condiciones? ¿Tiene sentido hoy en día?
La decadencia moral de una organización o tendencia política de clase incide directamente en lo que la organización aporta a las luchas reales y tarde o temprano se manifiesta en una tendencia a dejar el programa, los análisis, las condiciones organizativas, reducidas a una cáscara. Cáscara aparentemente sólida, aparentemente igual a «la de siempre», pero vacía. Al primer golpe, se romperá.