
Tras una jornada de manifestaciones contra el gobierno por todo el país, el presidente tunecino Kais ben Said, respaldado por la cúpula militar y los sindicatos, suspendió el Parlamento, revocó al primer ministro Mechichi y retiró la inmunidad al partido gobernante. Los islamistas desplazados del poder denuncian un golpe de estado y el cierre de la rama local de la cadena qatarí AlJazeera les sirve para denunciar represión. Qatar, Turquía y los medios europeos participados por capital qatarí, como El País en España, exigen a Said restaurar el Parlamento. Francia y su prensa, por contra, apoyan al Presidente y saludan la oportunidad. ¿Qué hay detrás del golpe en Túnez? ¿Qué significa para los trabajadores?