
La aparición de una plataforma electoral de la «España Vaciada» es vista con esperanza por todo un sector de la burguesía española con el gobierno Sánchez a la cabeza. Este nuevo «Partido Agrario», esperan, serviría para erosionar el poder parlamentario de nacionalistas regionales, independentistas y hasta de la extrema derecha. El PP en cambio es más que reticente a perder una parte de su base entre la pequeña burguesía rural.