
Empieza la cumbre del G7 en Cornualles con una advertencia de Biden a la UE y Gran Bretaña: «No pongan en peligro la paz en Irlanda del Norte». ¿Exagera? No tanto: la Comisión dice que le queda «poquita paciencia» con el gobierno británico y amenaza abiertamente con una guerra comercial. Mientras, los servicios británicos azuzan a los grupos ultras unionistas y usan el aparato mediático del mismísimo partido demócrata de EEUU para sembrar la discordia entre Dublin y Bruselas. Bienvenidos a las «guerras de las sachichas», un nombre supuestamente divertido para una disputa imperialista que puede llevarse vidas por delante este verano.