
Hace unas semanas todo parecía apuntar a la descomposición social del independentismo y la aceptación tácita de que la Generalitat como «autonomía fallida». Y sin embargo, en días, si no en horas, la marea está volviendo a cambiar y la maquinaria nacionalista parece tomar nuevo brío. ¿Vamos hacia otra declaración de independencia y la reaparición de la crisis catalana a un nuevo nivel?