Sindicatos nacionales y descoordinación de las luchas
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El contexto de la epidemia de Covid ha afectado no sólo a las luchas en el sistema sanitario o en la educación, también ha transformado las condiciones y agudizado tendencias previas en el sector de la logística y las grandes superficies. Muchas grandes empresas de este sector han obtenido grandes beneficios gracias a la venta online mientras mantenían a sus trabajadores en sus puestos sin protección contra la pandemia. Se desataron huelgas prácticamente simultáneas en varios países, reflejo de la interconexión a nivel mundial del capital y la clase obrera, que fueron ahogadas en pequeñas luchas locales por los sindicatos. Veamos qué pasó y qué efectos tuvo esta situación sobre la clase a nivel global.
Amazon y la descoordinación sindical
Amazon ha sido una de las empresas más beneficiadas por el giro hacia la venta online causado por la pandemia. La empresa ha conseguido cifras récord este año. Su fundador, Jeff Bezos, anunció que dejaba la dirección de la empresa con un mensaje muy significativo:
Amazon es lo que es gracias a los inventos, dijo Bezos en una declaración preparada. A continuación, mencionó innovaciones de Amazon como el pago en un clic, Kindle, la promesa de envío rápido de Prime y Alexa. [...] Cuando se miran nuestros resultados financieros, lo que se ve en realidad son los resultados acumulados a largo plazo de la invención.
Como era de esperar, para su fundador las ganancias de la empresa son simplemente el resultado del genio personal y de las ideas e inventos aplicados. La empresa aparentemente funciona sola y los trabajadores, mera molestia a pagar, no tienen una función mencionable. No es ni mucho menos algo exclusivo del pensamiento de Bezos ni de Amazon, sino ideología hegemónica y corriente en el capitalismo. Pero naturalmente tiene su reflejo en la manera de tratar y explotar al trabajo asalariado.
Amazon no ha respondido a su subida de beneficios ni siquiera aumentando proporcional e igualmente la cantidad que paga en forma de salarios, sino que ha respondido reduciendo lo que paga en salarios a base de incrementar la temporalidad y los ritmos de trabajo, como señalan sindicatos y trabajadores de Amazon en Francia.
Este impresionante aumento de la facturación que han hecho posible las medidas sanitarias [confinamiento y cierre de comercios no esenciales, no las medidas dentro de Amazon] no es en absoluto sinónimo de mejora de las condiciones de trabajo, protección contra el virus y remuneración de los empleados. La contratación de trabajadores temporales en este periodo de alta demanda antes de las vacaciones de Navidad, y la rotación en los almacenes, favorecen la posibilidad de contagio de los empleados con Covid-19. Como señaló Emilien Williate, delegado de CGT Amazon France, a RT France el 18 de noviembre: Tememos que haya focos de contagio. Observamos que los casos aumentan notablemente semana tras semana.
La empresa es una, el capital invertido es uno y los trabajadores explotados están unidos por encima de las fronteras por el mismo capital que los articula y explota. Sin embargo, las respuestas son locales y dependientes de los intereses y maniobras de los sindicatos nacionales. Esto es más que un detalle de forma.
Aunque la situación de los trabajadores de Amazon se extiende a varios países simultáneamente, la respuesta sindical ha sido descoordinada y variopinta según el país. En Alemania, el sindicato Verdi llamó a la huelga a los trabajadores de varios almacenes de distribución de Amazon durante los picos de actividad del Black Friday y de navidades. En el momento álgido la convocatoria llegó a estar en vigor hasta para siete centros logísticos. En Francia, tres sindicatos llamaron a hacer huelga… los fines de semana en que es obligatorio trabajar. Y en España, donde Amazon ha sido acusado de espiar y amedrentar a los trabajadores en huelga usando servicios de detectives privados, los sindicatos llamaron a evitar la huelga para llegar a una paz social.
Ahora, en vísperas del Black Friday y en plena campaña navideña, las conversaciones continúan para tratar de llegar a una paz social con la incorporación de varias mejoras en las condiciones de trabajo de la plantilla de más de 2.000 empleados fijos y otros tantos temporales contratados a través de ETT. El objetivo de la representación de la plantilla es firmar un pacto antes de que acabe el año. […] El arma de los sindicatos en este tira y afloja es la demanda en los tribunales. Después de que la CGT retirara la suya, todo se ha centrado en la de CCOO. Por tanto, por ahora se descartan las movilizaciones y las huelgas, como sí sucediera hace más de dos años. En otros países donde Amazon tiene una mayor conflictividad laboral sí que se han vivido paros en algunos de los centros.
La empresa es una, el capital invertido es uno y los trabajadores explotados están unidos por encima de las fronteras por el mismo capital que los articula y explota. Sin embargo, las respuestas son locales y dependientes de los intereses y maniobras de los sindicatos nacionales. Esto es más que un detalle de forma.
Ikea y el aislamiento de los trabajadores
Ikea es otra de las empresas del sector terciario que han registrado buenas cifras gracias a la subida de ventas online. Parece haber noticias contradictorias que en realidad reflejan que Ikea está formada por varios holdings entrelazados. El holding que solo controla las tiendas físicas ha acumulado pérdidas, pero el holding que controla la logística además de las tiendas ha obtenido pingües beneficios.
El capital usa y usará cualquier oportunidad para explotar más a los trabajadores, y la descoordinación de las luchas le ofrece nuevas oportunidades para rehacer las cuentas e intensificar la explotación país a país
Han estallado varias huelgas este año en las tiendas y almacenes Ikea europeos. En Francia, donde la empresa suprimió las primas de fin de año de los trabajadores, los sindicalistas admitían estar textualmente en la improvisación total. La empresa respondió con las cuentas de la región de Tours -para alegar pérdidas- en lugar de con sus cifras totales.
En Italia, las huelgas como la del centro de Bari, han sido desencadenadas por la decisión de la empresa de aumentar súbitamente el aforo máximo, poniendo en riesgo la salud de los empleados. El mismo problema de seguridad ocurrió en Turín después de que el Ikea abriese en pleno pico pandémico de mayo.
No es que las condiciones de seguridad sean mucho mejores en Francia o que las condiciones salariales sean mejores en Italia, es que la oportunidad de lo que podría haber sido una lucha conjunta por ambas cosas se perdió para los trabajadores de ambos lados.
Pero la situación es mucho peor en Corea del Sur. Los trabajadores de las tiendas Ikea coreanas cobran mucho menos que los trabajadores de Ikea del resto del mundo. Salarios al mínimo legal y diferencias de salario entre directivos y empleados mucho más marcadas. Trabajadores y sindicatos coreanos denuncian que la empresa usa las diferencias entre países para estrujar con especial intensidad a los trabajadores coreanos.
El capital usa y usará cualquier oportunidad para explotar más a los trabajadores, y la descoordinación de las luchas -la manera de plantar cara a esta explotación- le ofrece nuevas oportunidades para rehacer las cuentas e intensificar la explotación país a país.
Una clase universal necesita coordinarse y luchar a nivel global -por encima de fronteras y sindicatos- para poder plantar cara al capital y reclamar la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad. En ausencia de esa coordinación, el capital es capaz de responder y redistribuir la explotación como más le convenga…
Este año se desataron huelgas prácticamente simultáneas en varios países, reflejo de la interconexión a nivel mundial del capital y la clase obrera, que fueron ahogadas en pequeñas luchas locales por los sindicatos. Una clase universal necesita coordinarse y luchar a nivel global -por encima de fronteras y sindicatos- para poder plantar cara al capital y reclamar la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad. En ausencia de esa coordinación, el capital es capaz de responder y redistribuir la explotación como más le convenga… Después de todo,, el capital posee el poder económico, la connivencia de los estados y el fervoroso apoyo de los sindicatos, siempre dispuestos a sacrificar lo que sea para hacer cuadrar las cuentas de la acumulación.
Por eso es tan importante juntarnos entre nosotros como trabajadores y discutir nuestra situación, intentar enterarnos de lo que ocurre en el resto del mundo -no a través de los grandes titulares de la prensa, sino buscando saber lo que ocurre a nuestra clase- y ver cómo podemos entrar en contacto con trabajadores de otros países, ya sean de nuestra empresa o rama o no.
Porque hasta la más pequeña reunión puede acendrar consciencia. Todo empieza por pequeños gestos y actos coordinados. Hay que construir unos cimientos, por pequeños que sean, para que el potencial de nuestra enorme clase, la clase universal, pueda levantarse.