
«Sin visado» de Jean Malaquais
Hay sin embargo alguna excepción y la buena noticia es que una de ellas ha sido traducida al español y publicada este año: «Sin visado» de Jean Malaquais. Malaquais, uno de los mejores escritores en lengua francesa de su siglo, se llamaba en realidad Jan Malacki y había nacido en Polonia en 1908. Internacionalista, lo que la Wikipedia llama «su irreductible incorrección política» fue en realidad una arriesgada y entregada militancia en la Izquierda Comunista Francesa. No es casualidad si uno de los protagonistas de esta novela se llama Marc Laverne, un revolucionario que lucha contra la guerra antifascista. El personaje está basado en Marc Chirik, que usaba Laverne también como pseudónimo y que luego sería fundador de la actual CCI.
El libro, al que se considera una de las cumbres de la novela francesa del siglo XX, describe el colapaso de la civilización en la Europa de principios de los 40 a traves de la geografía humana de aquella Marsella, controlada por los colaboracionistas de Petain en la que revolucionarios, refugiados judíos y españoles, y todo tipo de personas tenían que cuidarse tanto de fascistas como de estalinistas, delatores y legionarios en la angustiosa espera de un visado, de una plaza en un barco que fácilmente trocaba en ferrocarril hacia el exterminio.

Jean Malaquois
«Sin visado» es no solo un documento histórico que incluye un pequeño homenaje a los internacionalistas de aquella época sino, en sí misma, gran literatura. A pesar de su propio contexto, de la oscuridad de su momento, contiene seguramente el último destello de la forma en que, en un mundo nuevo y liberado de la tiranía de un sistema decadente, nos resultará normal relatarnos.