Los planes de recuperación salen a la luz... pero poco
Francia y Alemania presentaron conjuntamente ayer sus planes de recuperación. Italia y España no se unieron a la ceremonia pero habían pactado la fecha con Berlín y París y lo presentaron por su cuenta. Había prisa.
En este artículo
De prisas y formularios
Seamos claros: el año pasado fuimos muy eficientes en la adopción del plan europeo de recuperación y en la decisión de emitir deuda común. Desde entonces, hemos perdido demasiado tiempo. China ha reanudado su crecimiento. Estados Unidos está en auge. La UE debe permanecer en la carrera
Bruno Le Maire, Ministro de Economía de Francia
Se refería Le Maire al estallido de fuerzas centrífugas que estuvo a punto de hacer descarrilar la iniciativa primero; arrastró luego una batalla con Hungría, Polonia y Chequia a cuenta del Estado de Derecho; y, cuando esta parecía ya encarrilada, se prolongó en un largo retraso a cuenta del bloqueo del Tribunal Constitucional alemán. La eficiente Unión Europea estuvo más cerca de estallar que tras el referéndum británico del Brexit.
Y, efectivamente, Alemania y Francia han sentido el aire en el cogote de EEUU tan pronto como Biden ha llegado a la casa Blanca. Biden no solo les ha dejado fuera del principal asunto europeo del momento, la crisis en Ucrania, sino que con su plan de reanimación económica, integralmente unido al Green Deal, amenazaba con dejar fuera de los grandes flujos de capital a los capitales europeos. De ahí la súbita agilidad de Bruselas a la hora de aprobar una Ley Europea del Clima, las propuestas de aumentar el volumen de los fondos y, como decía Lemaire en la cita de arriba, organizar la presentación de sus planes de recuperación conjuntamente.
Tampoco es que les saliera muy bien con las prisas. El gobierno español por ejemplo ni siquiera entregó copias del plan de recuperación a los periodistas, solo briefings. Cuando en la rueda de prensa de ayer tras el Consejo de Ministros estos pidieron a la ministra Maroto copias del documento, está confesó que no estaban listas por la complejidad de los formatos de los formularios europeos. Traducido, no les había dado tiempo a poner el contenido en las cajitas del formulario estándar de Bruselas. Lo que primaba era cumplir con la presentación en la fecha propuesta por alemanes y franceses.
Tampoco cabía esperar en realidad mucho detalle en el plan de recuperación español más allá de las grandes líneas y compromisos. Las medidas y formas concretas se guardan en secreto excluyendo incluso a los propios ministros.
Las líneas comunes en los planes de recuperación
Ahora el siguiente objetivo, acordado entre los cuatro países y la presidencia portuguesa de turno, es liberar lo antes posible una gran cantidad de fondos de los planes de recuperación para evitar o reducir la ausencia de dinero para pagar los gastos básicos de cohesión social en primer lugar y en segundo para tener proyectos en marcha a tiempo para competir por los capitales que el Pacto Verde está poniendo en circulación en EEUU.
Por eso los fondos destinados al Pacto Verde -y copados casi al 100% por eléctricas, energéticas y constructoras- son el bocado mayor del plan de recuperación en todos los países. 70.000 millones solo en Italia sin contar los que a infraestructuras energéticas se dedican en las partidas específicamente dirigidas al Sur del país, partidas que suman otros 82.000 millones. En España, supone el 39% del total del presupuesto. En Alemania el 40%. En Francia el 50%.
Pero lo más interesante es la lógica de las reformas que apenas se esbozaron ya ayer. Para sorpresa de propios y extraños, no solo Italia sino también Alemania anunciaron el comienzo de una cierta desregulación de las inversiones financieras [no exenta de peligros sistémicos](http://plantea además una reforma de la prestación por paro, cuyo objetivo es aumentar los incentivos para la vuelta al empleo. La tercera gran reforma persigue restaurar el equilibrio presupuestario, con una revisión de la calidad del gasto púbico y una regla de gasto con un horizonte a cinco años.). Y todos apuntaron a la consolidación fiscal de una manera u otra. Pero apenas dieron claves nuevas sobre las reformas de pensiones en Francia y España o el mercado de trabajo.
Solo en Francia Lemaire apuntó una reforma de la prestación por desempleo guiada por el objetivo de aumentar los incentivos para la vuelta al empleo. Ya conocemos hacia donde van ese tipo de incentivos: aceptar más precarización y salarios más bajos o perder una prestación cada vez más corta.
La economía de la información
Hoy solo uno de los grandes periódicos españoles sacaba en portada los planes de recuperación... alemán y francés. El español ni aparecía. Tampoco lo hizo ayer en las noticias de la televisión estatal, aunque sí dieron la noticia del italiano.
De las reformas que atañen a las condiciones de trabajo en los planes de recuperación... ni hablamos. Sobre de dónde van a salir los cientos de miles de buenos puestos de trabajo prometidos a cuenta del Pacto Verde una y otra vez, tampoco. De momento parece que cuanto más beneficio anuncian más plantilla reducen las energéticas, que son las principales receptoras de las masivas subvenciones de los planes de recuperación. De momento solo sabemos que a la construcción se fían el 25% de los nuevos empleos del resto ni una pista.
Lo que es claro es que cuando el anuncio de los planes de recuperación se adorna de empleos pero no se pueden adjudicar siquiera a un sector determinado, algo no cuadra. Y cuando las reformas se comunican con cuentagotas y frases generales, bajo un secreto generalizado, hay algo más que incompetencia burocrática. Hay una estrategia.