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Para entender el racismo en EEUU y el papel del Partido Demócrata

30/01/2021 | EEUU

En EEUU, el racialismo se ha convertido en la principal campaña ideológica contra los trabajadores. Pero el movimiento Black Lives Matter no ha tenido un impacto ni remotamente comparable en la mayoría de los demás países a pesar de la presión mediática y el esfuerzo del aparato demócrata por exportarlo a Europa y Asia. La pregunta es, ¿por qué es tan potente en Estados Unidos?

La esclavitud y el sistema político estadounidense

La institución de la esclavitud en las colonias británicas de Norteamérica tuvo una enorme importancia en su desarrollo industrial, en particular en las más meridionales, hasta el estallido de la Guerra Civil en 1861. La unidad de la nación -es decir, de la clase dirigente del nuevo estado- después de la independencia se basó en un frágil consenso: el entendimiento de que era necesario preservar la esclavitud para evitar la secesión de los estados del sur de la Unión.

No era el único foco de tensiones entre los capitalistas de las diferentes regiones de los Estados Unidos. Mientras que la crisis económica de 1819 llevó a los fabricantes del Norte a luchar por unos aranceles más altos, los propietarios de algodón del Sur, que dependían en gran medida del comercio exterior, lucharon contra ellos. Pero por supuesto, la posición sobre los aranceles estaba inseparablemente ligada a la de la esclavitud y se subordinada a ella. La entrada de Missouri en los Estados Unidos también aumentó la tensión al plantear los límites de los derechos de los estados... es decir, si se dotaba a estos de competencias que les hicieran posible preservar lo que llamaban la institución peculiar de la esclavitud. ¿Tomaría el conflicto entre los latifundistas esclavistas del Sur y los burgueses industriales del Norte la forma de una carrera para constituir estados de Este a Oeste del continente? En parte fue así, generando choques por el control y definición de los nuevos territorios, como Kansas, que anunciaban la guerra civil. Pero esas tensiones, cada vez más insostenibles, no solo se expresaron así. En paralelo desgarraron al conjunto de instituciones y el aparato político de Unión.

Las expresiones partidarias del conflicto

Las elecciones de 1824, pusieron ya las condiciones para que el Partido Demócrata-Republicano se dividiera más adelante en dos: Por un lado el partido Anti-Jackson que más tarde se conoció como National Republican Party y que luego se fusionaría con otros oponentes de Jackson para formar el Partido Whig. Por otro, los jacksonianos que formaron el Partido Demócrata. Es decir, mientras el partido hoy conocido como republicano no se formaría hasta 1854, el partido demócrata moderno se formó poco después de la elección de Jackson en 1828.

Los Whigs representaban la burguesía industrial de los estados del norte, los comerciantes, la pequeña burguesía de la Nueva Inglaterra e incluso las ciudades del sur. La base de los demócratas estaba compuesta por los propietarios esclavistas y la pequeña burguesía rural del oeste y del sur. También existía una cantidad considerable de artesanos en el partido. Para los artesanos del partido demócrata, tanto la esclavitud como la exclusión de los negros de los trabajos artesanales eran condiciones necesarias para evitar la proletarización y conservar su posición social a contracorriente histórica. La principal bandera del Partido Demócrata era reducir los poderes centralizadores del gobierno federal. Por eso era el partido favorito de los esclavistas.

Si el Congreso puede hacer bancos, carreteras y canales constitucionalmente, puede liberar a cualquier esclavo en los Estados Unidos

This Mighty Scourge, Nathaniel Macron,

La escisión del partido Demócrata-Republicano no tenía por objeto provocar una escisión irreconciliable en el seno de la clase dirigente, sino gestionar la división ya existente. Acordaron no discutir sobre la cuestión de la esclavitud, ya que podría romper la frágil unidad de los estados y, a partir de 1833, mantuvieron ciertos acuerdos sobre los aranceles.

Este fue el período en el que el derecho de voto se amplió a los varones blancos sin propiedades en muchos estados. La expansión del derecho de sufragio era necesaria para mantener la idea de la representatividad de las instituciones ya que, debido a la creciente concentración de la propiedad, la masa de personas con derecho a voto se había reducido sustancialmente.

Los demócratas, reflejando los intereses de los propietarios esclavistas y de la pequeña burguesía rural, se opusieron al sufragio de las mujeres y de los libertos. Los libertos no estaban incluidos entre los beneficiarios de su campaña para eliminar los requisitos de propiedad del derecho al sufragio.

Los Whigs, simpatizaban con el sufragio femenino y el negro, pero estaban a favor de mantener los requisitos de propiedad. Pero a menudo se enfrentaban a una situación en la que tenían que afrontar las consecuencias de que un demócrata ganara un cargo local y expandiera con éxito el sufragio entre los varones blancos del estado. Los Whigs tuvieron que adaptarse a la situación sin dejar de tener la unidad nacional -es decir, sostener y desarrollar un gigantesco mercado nacional unificado- como su prioridad.

La migración irlandesa

Al mismo tiempo, EEUU experimentaba una tercera ola de inmigración irlandesa. Muchos de los irlandeses que llegaron durante la ola previa eran profesionales, comerciantes o artesanos. En 1826, el _48% de los inmigrantes irlandeses eran artesanos cualificados_. Pero durante la tercera ola, causada por la gran hambruna irlandesa, la mayoría de ellos eran parte del campesinado pobre, sin asalariados, cuya experiencia vital residía en la agricultura de subsistencia. Entre el 80 y el 90% de los recién llegados eran campesinos pobres y sirvientes sin formación ni recursos.

Estos inmigrantes sin experiencia laboral acabaron incorporándose como trabajadores no cualificados. Hubo muchos otros que no pudieron encontrar trabajo. No fueron pocos los que se lumpenizaron y que formaron bandas ya en 1825. Estos inmigrantes solían vivir codo con codo con los negros libres en los barrios bajos de las ciudades. Y esta ola de inmigración masiva era imposible de ignorar políticamente.

Además, la ampliación del voto a todos los varones blancos, independientemente de su acceso a la propiedad, permitió que un número cada vez mayor de irlandeses pobres se convirtieran en votantes potencialmente capaces de influir en las futuras elecciones.

La nueva migración nutrió por ejemplo a buena parte de la policía de Nueva York de lumpen irlandés. Permeando el control barrial las nuevas bandas demostraron su lealtad a la causa demócrata al colaborar en el fraude electoral y el establecimiento de la segregación racial en las ciudades. Los bomberos, que en los Estados Unidos se organizaban entonces como voluntarios y que originalmente estaban ligados al control territorial de las bandas, también se llenaron del nuevo lumpen, que ganó impunidad a cambio de lealtad política. No pocos artesanos en el partido demócrata se quedaron horrorizados por este giro de dirección del partido. Un giro que, desde luego, no se limitaba a Nueva York.

Alrededor de la mitad del Partido Republicano Americano de Filadelfia estaba compuesto por ex-demócratas nacidos en EEUU que habían dejado su antiguo partido cuando, entre otras cosas, comenzó a recompensar a sus partidarios irlandeses con lugares en la guardia nocturna y el personal de los mercados públicos en los distritos demócratas.

Riot, Rout, and Tumult

Pronto nació otro partido nativista (xenófobo), estrechamente vinculado al ascenso del lumpen... el partido Know-Nothing:

En la década de 1850 otro estallido de sentimiento nativista llevaría a un segundo partido americano, más popularmente llamado el Know-Nothing. Una investigación reciente ha establecido que prácticamente ningún Know-Nothing pasaba de los treinta años y que el partido obtuvo su mayor apoyo electoral entre los nuevos votantes que acababan de cumplir veintiún años. Eran un partido de jóvenes artesanos..... Estos eran los hijos de artesanos cualificados que habían sido forzados a convertirse en meros operadores semicualificados de máquinas. Mientras que sus padres no habían logrado realizar sus aspiraciones anteriores de convertirse en maestros artesanos, estos jóvenes ya no tenían tales expectativas.

The Craft Apprentice

Lucharon para dificultar la naturalización de los inmigrantes y restringir la inmigración. También querían deportar a los vagabundos inmigrantes e impedir que los inmigrantes ocuparan cargos públicos. Según ellos, los inmigrantes irlandeses aceleraban la industrialización de la sociedad. Este era el quid. Los inmigrantes llenaban las filas de los trabajadores no cualificados socavando sus aspiraciones a no proletarizarse. Sobre eso se construía la ideología: los migrantes eran católicos alcohólicos que socavaban los valores protestantes sobre los que se fundó esta nación, criminales que amenazaban los valores republicanos de la pequeña burguesía honrada. Lo que no evitaba que esta pequeña burguesía honrada, se apoyara en el lumpen cuando era de su interés .

Hasta la aparición del partido republicano, el partido Know-Nothing fue la principal oposición al partido demócrata. Pero no fue la única ni la primera respuesta xenófoba de la pequeña burguesía. Entre las más conocidas se encontraba Tammany Hall. Se trataba originalmente una organización Demócrata-Republicana que afirmaba representar los intereses de la pequeña burguesía contra los privilegios aristocráticos y la competencia extranjera. Su espina dorsal estaba formada por artesanos migrantes y nativos. La ampliación del voto socavaba directamente su posición de clase y su reacción fue inmediata. Pero con el tiempo Tammany Hall también aprendió a adaptarse, convirtiéndose en el aparato del partido demócrata y sinónimo de una maquinaria clientelar corrupta.

La guerra civil

El partido republicano se formó el 20 de marzo de 1854 poco después de la aprobación de la Ley de Kansas Nebraska que significaba:

La formación de dos territorios si Nebraska entrara en la Unión como estado libre y Kansas como estado esclavo. En estas circunstancias, las fuerzas del Norte y del Sur en el Senado se igualarían. En segundo lugar, la ley preveía la derogación del Compromiso de Missouri de 1820. Con ello, la medida daba al poder esclavista lo que más deseaba: que no hubiera ninguna zona donde no se pudiera practicar la esclavitud.

The Civil War in the United States

El partido republicano era un reagrupamiento de fuerzas antiesclavistas que venían acumulando fuerzas. En esencia, procedían de las fuerzas que rodeaban al Partido _Free Soil Party_ y de los Whigs abolicionistas. Hay historiadores que sostienen que la agrupación de estas fuerzas se basó más en la xenofobia que en la antiesclavitud, aunque está claro, por los propios comentarios de Abraham Lincoln sobre el partido Know-Nothing, que no fue así.

Yo no soy un Know-Nothing. Eso está claro. ¿Cómo podría serlo? ¿Cómo puede alguien que aborrece la opresión de los negros estar a favor de la degradación de ciertas clases de blancos? Nuestro camino hacia la degeneración me parece bastante rápido. Como nación, hemos comenzado declarando que todos los hombres son creados iguales. Ahora nos dicen todos los hombres son creados iguales, excepto los negros. Cuando los Know-Nothings consigan el control, nos dirán que todos los hombres son creados iguales, excepto los negros, los extranjeros y los católicos.

Carta de Abraham Lincoln a Joshua Speed, 1855

Carolina del Sur había amenazado ya con separarse de la Unión en 1832 bajo el pretexto del Arancel de 1828. Poco después de ser elegido presidente Abraham Lincoln lo hacía efectivo para proteger la esclavitud. El poder esclavista estaba en su apogeo.

Las invasiones del poder esclavista alcanzaron su punto máximo, cuando, por la Ley Kansas-Nebraska, por primera vez en la historia de los Estados Unidos, como confesó el propio Mr. Douglas, se rompió toda barrera legal a la difusión de la esclavitud dentro de los territorios de los Estados Unidos; cuando después, un candidato del Norte compró su nominación presidencial prometiendo que la Unión conquistaría o compraría en Cuba un nuevo campo de dominio para los esclavistas; cuando más tarde, por decisión de Dred Scott, la difusión de la esclavitud por el poder federal fue proclamada como la ley de la Constitución estadounidense, y por último, cuando el comercio de esclavos de África fue reabierto de facto en una escala mayor que durante los tiempos de su existencia legal.

Carlos Marx y Federico Engels, La Guerra Civil en los Estados Unidos

Sin embargo, nunca antes se había visto tan amenazado.

La guerra de Kansas, la formación del Partido Republicano y el gran número de votos emitidos a favor del Sr. Frémont durante la elección presidencial de 1856, eran otras tantas pruebas palpables de que el Norte había acumulado suficientes energías para rectificar las aberraciones que la historia de los Estados Unidos, bajo la presión de los esclavistas, había sufrido durante medio siglo, y para hacerla volver a los verdaderos principios de su desarrollo. Aparte de esos fenómenos políticos, había un amplio hecho estadístico y económico que indicaba que el abuso de la Unión Federal por parte de los intereses esclavistas se había acercado al punto a partir del cual tendría que retroceder a la fuerza, o de bonne grace. Ese hecho era el crecimiento del Noroeste, los inmensos avances de su población desde 1850 hasta 1860, y la nueva y vigorizante influencia que no podía sino ejercer sobre los destinos de los Estados Unidos

Todo el movimiento estaba y está basado, como se ve, en la cuestión de los esclavos: No en el sentido de si los esclavos dentro de los estados esclavistas existentes debían emanciparse o no, sino si los veinte millones de hombres libres del Norte debían subordinarse por más tiempo a una oligarquía de trescientos mil propietarios de esclavos; si los vastos territorios de la república debían ser lugares donde se plantaran estados libres o esclavistas; finalmente, si la política nacional de la Unión debía tomar como estrategia la propaganda armada de la esclavitud en México, América Central y del Sur.

Carlos Marx y Federico Engels, La Guerra Civil en los Estados Unidos

Era un conflicto que, además, no sólo interesaba a los esclavos y a la burguesía industrial del Norte. Era una guerra de enorme importancia tanto para la clase obrera de Estados Unidos como para la del mundo. Se trataba de abolir una barrera para el progreso real de la clase trabajadora y del progreso de la especie humana en su conjunto.

El racismo tras la Guerra Civil y la Reconstrucción

Sin embargo, la Guerra Civil no bastó para abolir el racismo y sus efectos devastadores para la emancipación de los trabajadores. Las oligarquías esclavistas del sur permanecieron y la burguesía del norte, triunfadora pero agotada por la guerra hizo no pocas concesiones.

El sur ya no podía depender de una población esclava, pero podía hacer que las condiciones de los asalariados negros recién liberados se aproximaran lo más posible a las condiciones que vivían bajo el régimen esclavista. Los propietarios de las plantaciones, que ahora tenían que afrontar las consecuencias económicas de la abolición de la esclavitud, querían tener una mano de obra estable y barata que trabajara durante las temporadas cruciales de plantación y cosecha.

La solución: Limitar la movilidad de los trabajadores con el fin de evitar que migraran para encontrar mejores oportunidades de trabajo y así poder mantener los salarios bajos.

Las leyes de Enticement and Contract-Enforcement, implementadas sólo un año después del fin de la Guerra Civil, establecieron que no se podía contratar -ni hacer ofertas- a trabajadores que ya estuvieran bajo contrato y que los trabajadores no tenían libertad para romper los contratos laborales. Si un trabajador abandonaba su puesto iría a la cárcel.

Al mismo tiempo, se aprobaron las vagrancy laws que criminalizaban el desempleo. Las personas arrestadas por estar desempleadas se veían a menudo obligadas a trabajar a través del sistema de convict-leasing -trabajo forzado de reclusos- que se extendió por todo el Sur durante los dos primeros años después de la Guerra Civil.

Limitar la movilidad de los trabajadores en el Sur fue en parte, como admitieron los propios dueños de las plantaciones, un intento de mantener bajos los salarios de los trabajadores negros. Pero se trataba de una estrategia que buscaba mantener los bajos salarios en general, no solo en las plantaciones ni solo entre los trabajadores negros.

La formación de grupos terroristas y paramilitares como el KKK, la Liga Blanca o los Caballeros de la Camelia Blanca, eran inseparables de las maquinaciones del partido demócrata. El terrorismo supremacista blanco pretendía mantener el dominio político demócrata en el Sur... como forma de evitar toda barrera legal a su forma de organizar el trabajo.

Tras el enfrentamiento abierto -y militarizado- durante la presidencia de Grant, el Congreso llegó al _acuerdo de 1877_: el republicano conciliador Rutherford B. Hayes -que había ganado la nominación a Grant tras una campaña de descrédito contra este- se convertiría en presidente en lugar del demócrata Samuel J. Tilden a cambio de:

  1. La eliminación de todas las fuerzas militares estadounidenses restantes en los antiguos estados confederados. (En ese momento, las tropas estadounidenses sólo permanecían en Luisiana, Carolina del Sur y Florida, pero el acuerdo finalizó la retirada de las tropas de todo el sur).
  2. El nombramiento de al menos un demócrata del sur en el gabinete de Hayes.
  3. La construcción de otro ferrocarril transcontinental usando el Texas and Pacific en el Sur.
  4. Legislación con el fin de industrializar el Sur y restaurar su economía después de la Reconstrucción y la Guerra Civil.
  5. El derecho a tratar a los negros como se considere oportuno sin la interferencia del Norte.

En esencia, fue el fin del período de Reconstrucción y sentó las bases para la posterior dominación demócrata del Sur. La burguesía republicana del Norte había tomado las riendas del país como un todo y determinado la forma de su expansión hacia el Oeste. Se había emancipado del control de la oligarquía sureña derrotándola militarmente. Y estaba dispuesta a dejar una cierta autonomía a las clases dirigentes del sur mientras respetaran la formalidad de las leyes. El ímpetu revolucionario burgués de Lincoln y Grant debía dar paso a al desarrollo de las inversiones y estas reclamaban una estabilidad política que los demócratas del sur amenazaban con tesón.

Las leyes de segregación racial nacieron como un arma frente a las luchas obreras

La aprobación más tarde de las leyes Jim Crow, que imponían la segregación racial en el Sur, fue posible gracias a este marco. Pero no puede explicarse solo por él. Y es que el establecimiento tanto de la segregación racial como la prohibición del voto para la población negra, no comenzó hasta la década de 1890 y vino precedida por un período de grandes luchas obreras en el Sur y una depresión económica que radicalizó a las clases dirigentes locales.

La Gran Huelga del Ferrocarril del Suroeste (1886) afectó a varios estados del sur que formaban parte de los Estados Confederados: Arkansas, Missouri y Texas. Un año después, 10.000 trabajadores de las plantaciones de caña de azúcar en Luisiana hicieron huelga protestando contra los recortes salariales y contra el pago en bonos (scrip) que sólo podían utilizar en las tiendas de la empresa. La milicia, un grupo paramilitar y escuadrones de vigilantes que se organizaron para asesinar a los huelguistas acabaron aplastando la huelga.

Aunque los Caballeros del Trabajo (KOL), el primer sindicato estadounidense, jugaron un papel determinante en la huelga y sus afiliados blancos sufrieron la represión en primera línea, la huelga fue descrita como una batalla entre negros y blancos y la masacre como un ataque anti-negro. La huelga terminó a finales de 1887. Poco después, se aprobaron leyes que establecían la segregación, a pesar de que las anteriores leyes de la Luisiana post-guerra civil prohibían la segregación.

En la Gran Huelga del Ferrocarril del Suroeste de 1886, tanto los trabajadores negros como los blancos se unieron en la huelga, al igual que la huelga ferroviaria de 1877. Hubo periódicos que se refirieron a la huelga y decían que la influencia de los Caballeros del Trabajo en esa huelga, y en muchas otras del Sur, era una amenaza para la supremacía blanca. Después de la huelga, la policía trató de hacer que los trabajadores se enfrentaran entre sí mediante el uso de argumentos racistas. Por ejemplo, para extraer información de un huelguista negro, un diputado le dijo que iba a proteger a los huelguistas negros y que sólo perseguía a esos blancos hijos de puta.

Hablaban en términos de raza, no porque se tratara de ello, sino porque servía para dividir a los trabajadores. La clase obrera se estaba formando y centralizando y era fundamental para ellos parcelarla y dividirla. Los capitalistas del Sur, y su expresión política, el partido demócrata, siempre utilizó el racismo como arma para disciplinar a los trabajadores.

Los sindicatos ligados a los artesanos remanentes, además, se alinearon con los demócratas. La AFL, se autodenominaba como un sindicato puro y simple que se desvinculaba de la política pero en realidad trabajaba a menudo con los demócratas. Estaba vinculado en Nueva York, además, con ell Tammany Hall, como denunciaba el Socialist Labor Party. Y no se trataba de una cuestión menor. La AFL tenía una presencia masiva en el movimiento obrero de Estados Unidos. Los sindicatos industriales, en cambio, tenían la capacidad de servir de base a los trabajadores a superar todos los obstáculos en su propia centralización. Pero cuando el Socialist Labor Party comenzó a declinar, el Socialist Party of America, aliado de la AFL, se había convertido en el partido socialista principal. Los KOL ya habían colapsado y la aparición de la IWW inspiraría esperanzas hasta el momento en que se convirtió en una organización anarquista que rechazaba la necesidad de que la clase trabajadora centralizara su lucha.

Y al llegar la Guerra Mundial, la AFL se alineó con el esfuerzo bélico. Los sindicatos industriales que nacieron después de este periodo tampoco tenían nada que ver con los sindicatos industriales de la época del Socialist Labor Party. Totalmente integrados ya en el estado, su objetivo de obtener reconocimiento político a cambio de mantener la paz social. Tampoco podemos olvidar el papel de la primera guerra mundial como motor de la Gran Migración. El partido demócrata en el Norte se mantuvo fiel a su historia y continuó utilizando a las bandas para cometer fraudes electorales e imponer la segregación racial en las ciudades norteñas con el fin de mantener el control sobre las masas de trabajadores negros que emigraron desde el Sur.

La transformación de ambos partidos políticos

En las elecciones de 1936, el demócrata Franklin D. Roosevelt ganó la mayoría del voto negro. Tanto el partido demócrata como el republicano quedaron asombrados por el resultado, ya que daban por hecho que el partido republicano siempre captaba la mayoría de los votos de las personas negras. Supuso un giro en la historia de los dos grandes partidos políticos. Esto ocurrió al mismo tiempo que la tendencia, dentro del partido republicano a reinventarse como amigo del Sur y de los blancos respetables se había convertido en dominante.

Los historiadores que retratan este periodo quedan perplejos. Dicen que Franklin D. Roosevelt no ofreció en ese momento ninguna política dirigida específicamente a las personas negras. Pero el ascenso del partido demócrata no tenía nada que ver con una agenda negra, sino con la forma en que el New Deal podía atender las necesidades de un capital en crisis. Los sindicatos, esenciales para llevar a cabo el New Deal, habían estado históricamente vinculados al partido demócrata.

El partido no tardó en reaccionar al descubrir que estaba en condiciones para seguir conquistando el voto negro. Incluso dedicó una canción a su nueva base: una canción que se tocaba a menudo en sus campañas cuya letra habla de cómo los niggers consideran a Franklin D. Roosevelt como un dios y nombran a sus hijos como él. Para rematar, la interpretación de la canción en el escenario sigue la tradición bien racista y característicamente estadounidense del género minstrel.

Así funciona el partido demócrata, siempre vinculado a los sindicatos artesanales, se había transformado al mismo tiempo que los sindicatos. Desde la primera guerra mundial, los sindicatos, como la AFL, demostraron su capacidad de servir a los intereses del capital nacional encuadrando y controlando a la clase trabajadora en su conjunto. La política del New Deal reflejó este cambio de orientación entre los demócratas de los estados del Norte, mientras los demócratas del Sur seguían luchando por la segregación hasta la presidencia de Lyndon B. Johnson. El tristemente célebre gobernador de Alabama George Wallace, un segregacionista que adoraba a los confederados y que se resistía a los cambios que impulsaba el Movimiento por los Derechos Civiles, era un típico demócrata del Sur.

Pero los guiños de Roosevelt a los negros ya indicaban el declive de la tendencia segregacionista dentro del partido demócrata... se estaba tomando conciencia de sus posibilidades. Y, después de la ley Taft-Hartley, la influencia de los sindicatos disminuiría incluso dentro del partido demócrata. Por eso no es de extrañar que el mismo partido que había liderado e impuesto la segregación fuera capaz de promover un Movimiento por los Derechos Civiles que erosionaba a la capacidad de resistencia de los trabajadores en el centro de trabajo en nombre de la integración. Durante un siglo había declarado ser el partido del trabajador blanco, y al llegar el Movimiento por los Derechos Civiles pasó a defender que los trabajadores blancos oprimen a los negros.

Consignas opuestas para un mismo objetivo: mantener divididos a los trabajadores, segregados de hecho, desde el mismo puesto de trabajo.

¿Es Biden como Abraham Lincoln?

El partido demócrata, en su cambio de imagen, ha llegado a reescribir su propia historia. Nos dicen que el partido demócrata era en realidad el partido republicano durante el periodo de Lincoln, mientras que los republicanos eran los demócratas. Por supuesto, tal disparate no puede estar más lejos de la realidad. Y es una insensatez que no es nada inocente.

El partido demócrata quiere presentarse como un partido que siempre fue progresista y que, por tanto, nos salvará de los republicanos, a los que utiliza como chivo expiatorio para tapar sus propias barbaridades. Llaman racistas a los republicanos por atraer a la base que antes era la suya. Declara con orgullo que siempre fue un partido pro-inmigrante... pero luego se olvida de mencionar cómo argumentó que el bienestar de los inmigrantes dependía del mantenimiento de la esclavitud, y cuando esta se abolió, de la segregación racial. Declara que va a detener la violencia policial racista cuando fue responsable, no sólo de llenar la fuerza policial con lumpen racista, sino de la Guerra contra el Crimen que fue la causa del aumento masivo de la presencia policial en los barrios pobres.

Su coherencia hay que buscarla en otro lado: la utilización de la raza para atacar a los trabajadores. Después de todo, fue el partido pro-esclavitud.

Nada ha cambiado hoy. En medio de una pandemia que no cesa, frente a los maestros que luchan por defender el cierre de los centros escolares hasta que la vacunación sea un hecho, los demócratas enarbolan las supuestas necesidades de los estudiantes negros para obligarles a trabajar en condiciones que solo pueden acabar llevándoles a ellos y a las familias de los estudiantes a la UCI. Es decir, los demócratas llaman a los trabajadores racistas cuando defienden necesidades universales tan básicas como no contagiar ni contagiarse; y se llaman a sí mismos universalistas por impulsar un racialismo que horroriza incluso al universalismo francés más chato y rancio.

Continuará...