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Un momento crítico

3/10/2022 | Actualidad
Un momento crítico

Se multiplican las señales que advierten de una crisis financiera y una recesión global inminente; la guerra de Ucrania entra en la fase «crisis de los misiles» y amenaza convertirse en guerra nuclear en cuestión de meses, si no antes; y sin embargo... no hay nada parecido a una percepción de crisis en los medios.

El cuadro económico es de pavor

Evolución del dólar

Los efectos globales de la política de subida de tipos de la Fed van mucho más allá de las caídas del yen, la libra y el euro. Como el comercio internacional se hace mayoritariamente en dólares la subida de la divisa estadounidense significa automáticamente una escalada de los precios de los alimentos y del coste de la deuda pública en todo el mundo y especialmente en los países semicoloniales, desde Argentina a Nigeria.

«Exportar la crisis» no preocupa a la Fed, que ve la subida de precios de las importaciones como un refuerzo contra la inflación y que espera compensar en parte el efecto recesivo de la subida de tipos de interés con la llegada de capitales internacionales atraídos por esos tipos. De hecho, es lo que viene sucediendo desde que EEUU empezó a poner por delante del objetivo de crecimiento una política anti-inflacionaria.

El inversor de la zona euro que decidiera a comienzo de año meter su dinero en fondos de acciones o de bonos de EE UU ha perdido sensiblemente menos que aquel que optase por colocarlo en fondos europeos.

Cinco Días

Pero lo que para los capitales nacionales de Europa o Asia es una pérdida relativa de peso y capacidad de capitalización frente a EEUU, para los países semicoloniales es pura y simple descapitalización y huida de capitales.

La perspectiva es de nuevo un rosario de crisis de deuda y financieras desde la periferia al centro del mercado mundial.

Pero hay más. Si los bancos centrales del resto del mundo entran en la misma línea y suben tipos para reducir la sangría de capitales y de paso compensar la inflación generada por la subida de los precios de alimentos y materias primas causada por la guerra, el resultado necesario a corto plazo será una recesión global y violenta. Como ponía hoy en titulares Business Insider

Las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal tienen a los bancos centrales del mundo luchando por mantenerse al día. Un dólar fuerte pone a otros en una situación de pérdida total: luche contra la inflación y desacelere el crecimiento, o permita que los precios continúen aumentando. Los países están eligiendo en gran medida lo primero, y la desaceleración generalizada podría empeorar la propia recesión de EEUU

Y por si fuera poco con esto, los grandes mercados especulativos dan señales de agotamiento y grandes bancos como Credit Suisse se encuentran al borde de la quiebra, señales clásicas de que en el mismo centro del mercado de capitales es cada vez más posible y cercana una crisis financiera de primer orden.

El conflicto imperialista escala hacia la guerra nuclear y EEUU, Rusia y la UE no ven problema en ello

Reclutamiento en Rusia

Tras el éxito de la ofensiva ucraniana, Rusia anexionó formalmente Lugansk, Donestk, Jerson y Zaporiya para dejar claro que no aceptaría perder el control de las regiones rusófonas que dominaba en ese momento sin escalar la guerra usando armas nucleares.

EEUU no sólo ve el órdago. Al parecer es el escenario que esperaban y la respuesta que organizan pasaría por la destrucción -directamente por los ejércitos OTAN- del grueso del ejército y la armada rusas. El problema es que es difícil pensar que el gobierno ruso ante tal repuesta, que evidentemente supondría un «peligro existencial» para sus clases dirigentes, no escalara la guerra aún más.

Todavía hay recorrido antes de llegar ahí. Pero comparar el momento actual con la «Crisis de los misiles» de 1962 no está en absoluto fuera de lugar.

Negociar una desescalada, ante la evidencia del desastre, como se hizo entonces, parece hoy descartado. Atentados como el de Moscú en agosto contra Alexander Dugin, un marginal ideólogo nacionalista, al que los think tanks atlantistas atribuyen una importancia de la que carece, y que acabó matando a su hija, o el cometido en septiembre contra los gaseoductos del Báltico, un atentado contra Alemania, confirman la velocidad con la que Estados Unidos alimenta la espiral. [...]

La advertencia de Putin de que usará «todas las armas disponibles» para defender Rusia de un ataque de la OTAN es genuina, admite el encargado de la política exterior de la UE, Josep Borrell, «pero eso no cambia nuestra determinación y nuestra unidad por sostener a Ucrania».

Una chaladura suicida, Rafael Polch, antiguo corresponsal del diario conservador La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín.

Y sin embargo...

Y sin embargo la conquista de Liman ayer, dentro del espacio que Rusia acaba de declarar parte integral de su territorio, fue celebrada por los medios de todo el mundo como si no significara el cruce de una línea roja peligrosísima. Y la afluencia de reservistas voluntarios a los centros de reclutamientos rusos es relatada como algo menor independiente del ambiente de guerra total que el régimen está tratando de inculcar con todos sus medios en la población.

Estamos al borde de un colapso económico, tenemos una guerra en Europa a punto de escalar a guerra nuclear, y todo se relata con la ajenidad irresponsable del comentarista de un videojuego. Lo que es más importante: no aparecen reacciones de alerta ni protestas, ni siquiera las inconducentes tomas de posición del pacifismo.

Está claro que las clases dominantes han hecho su apuesta: no consideran necesario ni siquiera hacer mohines.

Nos piensan llevar hasta el abismo sin darle siquiera importancia, convencidos de que desdramatizar es la mejor opción para mantener el encuadramiento de los trabajadores y evitar una respuesta social contra la guerra y las consecuencias del caos económico que impulsa y radicaliza.

La cuestión es... ¿por qué funciona? ¿Por qué «no pasa nada» y, aparentemente, la guerra y la crisis no parecen despertar las fuerzas sociales ni siquiera al nivel que lo hizo la invasión de Irak?

Continuará