Hay que parar de nuevo la producción no esencial
Hoy vuelven al trabajo en España los trabajadores de la producción no esencial. Con 5000 personas en la UCI, más de 17.000 muertos que siguen creciendo a razón de más de más de 500 cada día y sin tests para asegurar que no hay focos de contagio en las plantillas, es una verdadera temeridad. Hasta los «consejos» oficiales expresan la inseguridad del propio gobierno y sus expertos. Como pasó ya antes en Italia, vuelve a despertar el impulso hacia las huelgas para mantener cerrada la producción no esencial mientras la propagación no esté controlada e ir al trabajo no sea una ruleta rusa para los trabajadores y sus familias.
El cuadro completo es un auténtico desastre: los que fueron echados a los ERTEs no están cobrando el subsidio de abril todavía porque la administración tiene estancados los trámites. Los que conservan un trabajo, no pueden hacerse tests y la alternativa es arriesgarse a contagiar a los compañeros o quedarse en paro.
Y la consigna del día desde el estado es celebrar 500 muertos en las últimas 24 horas como si fuera un éxito y contarnos anecdotario del reparto de mascarillas en los intercambiadores como si no fuera lo que es: una medida desesperada para paliar que las condiciones que pone el propio ministerio -2 metros de distancia entre los compañeros y en el transporte- no se cumplen en ningún lado.
Hoy luchar contra el Covid es...
La prioridad, ahora más que nunca tiene que ser salvar vidas, no inversiones. Los debates y las batallitas entre sectores del gobierno, presidentes regionales, gestores de empresas... nos dan igual. Si no se puede asegurar de modo real que no habrá contagios en el transporte ni en los centros de trabajo, y a día de hoy no se puede de ninguna manera, lo único posible es mantener el cierre temporal de las empresas.. Hoy luchar contra el Covid es hacerlo contra las prisas por retomar la producción y rentabilizar las inversiones cueste lo que cueste. Hay que plantarse en los centros de trabajo y exigir: