Estrenos de primavera 2021 esencialismo y Malthus
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El identitarismo se cae del cartel de los estrenos de primavera 2021
Lo primero que llama la atención en los estrenos de primavera 2021 es que por fin decae la tensión identitarista en los argumentos. Se ve que una vez instalado Biden en la presidencia de EEUU, aunque no iban a desaprovechar los estrenos retrasados, el identitarismo con todo que llegó al paroxismo con Lovecraft Country, parece haber quedado atrás.
Además, basta ver la lista de artículos más leídos de cualquier periódico en estos días para reconocer que el agotamiento y el deseo de huir de una realidad cotidianamente atroz marcan la llegada de las vacaciones de Semana Santa. Así que parece que las principales plataformas lo anticiparon bien y con sus estrenos de primavera nos proponen una buena dosis de escapismo. Eso sí, bien aliñada con lo más rancio y reaccionario del arsenal ideológico.
«Irregulars»: del identitarismo al esencialismo romántico
Irregulars (Netflix) ha sido el primero de los estrenos de primavera 2021. Pertenece por méritos propios al género bodrio. Y además con categoría insultante. Los diálogos y las situaciones son un despropósito desde el primer momento: un Londres victoriano multiracial y con acento yanki, un lumpen decimonónico de valores igualitarios, un Dr. Watson afroamericano y un Príncipe de Gales salido de los Hamptons. Todo con tal de salvar el mito del esplendor capitalista anglosajón -el Londres victoriano- para el nuevo molde imperial identitarista.
Rehacer la historia británica desde un ignorante igualitarismo de secundaria y una diversidad racialista llegada del futuro coloca esta serie en la secuela de la campaña demócrata a la Casa Blanca. Pero el núcleo de su trama la orienta hacia el nuevo mensaje dominante... que en realidad tiene poco de nuevo.
Nada más fácil que el paso del identitarismo al esencialismo. En el centro, la esencia de las esencias: la niña protagonista que sabe ver lo invisible y sobrenatural. Pero atentos: sabe no porque se haya esforzado en aprender cómo hacerlo, sino porque ella es así, porque tiene poderes, porque su esencia es distinta al del resto de los humanos. De modo nada sorprendente, su diferencia le da una responsabilidad salvífica y le entrega la dirección del grupo protagonista. ¡Menos mal que tenemos seres diferentes por nacimiento a los que recurrir frente a lo que nos supera!
Bienvenidos de vuelta al esencialismo romántico: la forma en la que la burguesía pasó a verse a sí misma en cuanto empezó a sentirse retada por un proletariado que no encajaba en la nación. La clase medium frente a las misteriosas fuerzas del mercado -los famosos animal spirits- llamada a dirigir la sociedad y siempre retada por la ingrata miopía de sus inferiores a los que disciplinará en una unión sagrada y necesaria para la supervivencia colectiva. Nos vienen muchas de estas.
«The Nevers»: del feminismo Vogue al esencialismo romántico
Pero donde el esencialismo llega al esplendor sin salir de la decoración victoriana es en The Nevers (HBO), la serie más promocionada por HBO entre los estrenos de primavera 2021.
El atrezzo y el utillaje nos llevan de cabeza al Steam Punk, aquel subgénero tan de los 90 creado por Gibson y Sterling que fantaseaba con una Inglaterra victoriana digital pero mecánica movida por la energía del vapor. Sin embargo, siguiendo la estela de autores británicos como China Mieville, la fantasía tecnológica es sustituida por el esencialismo y la magia; y los personajes marginales que trafican con información por los tocados (the touched) unos X-Men -en realidad X-Women- que demuestran su empoderamiento a base de hostias y fuegos fatuos.
Nada más esencialista que el juvenalismo llevado al paroxismo: la idea de que entre los jóvenes germina, por gracia de un cambio mágico, una nueva especie humana superior. Nada más decadente que la idea de que son perseguidos por un establishment tan conservador como mediocre y que son debilitados por absurdas divisiones internas a superar. Como ven el discurso Biden está muy presente en los estrenos de primavera 2021.
Estamos en otra transición del identitarismo al esencialismo que vuelve una y otra vez a los grandes temas de nuestra clase dirigente: unión sagrada, necesidad de reconocer a los superiores naturales y misión salvífica. Estamos a un paso del mesianismo.
«Shadow and Bone»: del esencialismo al mesianismo
Y qué mejor forma de darlo que incluyendo entre los estrenos de primavera 2021 un cuento de hadas, debieron plantearse los productores de Netflix. Nada mejor para la ocasión que adaptar Shadow and Bone a imágenes. El resultado es la unión visual del culmen esencialista, el Mesías, con los tópicos cristianos: luz contra oscuridad y unión del poder político y el espiritual (=ideológico). La vieja historia del pueblo guiado por sus superiores sobrenaturales.
«Stowaway»: Malthus en el espacio
Tras tanta unión sagrada la pregunta que surge sola es: ¿cómo es que entre los estrenos de primavera 2021 no nos cae una chapa ecologista en pleno despliegue de la unión sagrada climática en EEUU y Europa?
Polizón (que tiene por título original Stowaway) no es serie, sino película. Pero es Malthus en estado puro y con trajes espaciales: en camino hacia Marte, la misión que tiene por objetivo hacer el planeta cultivable descubre tener un tripulante de más -un obrero de la base de lanzamiento que quedó atrapado entre dos paneles-, poco oxígeno y los sistemas de apoyo vital dañados.
La nave se convierte en una versión a escala del modo en que los malthusianos ven el planeta. La metáfora del polizón no es nueva ni siquiera en la ciencia ficción estadounidense. Y los tripulantes, como los malthusianos de todos los tiempos, se preguntan si no habría que prescindir de ese trabajador cuyo consumo resulta tan peligroso para el bien común.
¿Qué nos enseñan los estrenos de primavera 2021?
Los estrenos de primavera 2021 nos enseñan algo. Cuando intentamos descansar de la realidad atosigante que produce el sistema a través de los relatos que el mismo sistema nos ofrece como escape... acabamos con ración doble de moral esclavista a cuestas, desconectándonos o enfadándonos...
No es culpa nuestra. Es simplemente que este sistema está tan pasado de fecha que sus bardos y sus artistas son incapaces ya hasta de imaginar mundos ilusorios satisfactorios en los que queramos perdernos.
¿No hay nada visible pues para las vacaciones? Recomedación: recurran al género negro y el paisajismo, la segunda temporada de Hierro se estrenó antes de primavera, pero tiene ambas cosas y a una estupenda Candela Peña.