El peligro de guerra avanza por semanas
Mientras la prensa europea sigue abstraída en la promoción de las elecciones europeas, las tensiones imperialistas globales siguen acumulándose apuntando nuevos focos inmediatos de conflicto desde el Caribe al Pacífico, pasando por el Golfo Pérsico.
La nueva oleada de sanciones de EEUU recrudece la ofensiva del capital iraní contra los trabajadores y refuerza la huida hacia delante de los sectores que representan el militarismo y el imperialismo más agresivo del régimen... alimentando a su vez la presión militar de EEUU que, según los mentideros de la inteligencia regional, se prepara ya para un ataque directo contra territorio iraní si sufre nuevos ataques de las tropas entrenadas y comandadas por la Guardia Revolucionaria iraní en Siria.
La situación tiene no pocos paralelismos con el Caribe. Allí, una Cuba cada vez más aíslada, ha vuelto a establecer el racionamiento en lo que no es sino una vuelta apenas disimulada al terrible «periodo especial» de los noventa mientras la oposición venezolana pide, ya abiertamente, una intervención militar directa de EEUU después del fracaso de su última intentona de hacerse con el poder.
Europa, mientras tanto, en mitad de una crisis de fondo de su principal vector de desarrollo imperialista, se ve cada vez más impotente para defender sus intereses directos en un escenario y otro si no abraza el acelerón militarista que significaría el «ejército europeo»... y que cada vez parece, sin embargo más lejos. Lejos porque el Brexit ha dejado a Gran Bretaña en una posición de predecible sabotaje y porque Alemania, que está ya tan azorada por la inmediatez de la crisis que discute abiertamente la nacionalización de la gran industria, parece empeñada en agravar por su cuenta la tensión con Turquía, como forma de recuperar el peso que pierde por semanas en el Egeo.
Pero el lugar más peligroso del mundo hoy está mucho más al Este. EEUU y China juegan un juego de faroles militares cada vez más peligrosos en Extremo Oriente al ritmo del agravamiento de la guerra económica entre ambas, sin ocultar siquiera la perspectiva de un enfrentamiento directo en Taiwan. EEUU teme un realineamiento alrededor de China incluso de algunos de sus propios aliados históricos como Australia.
El peligro de guerra
El peligro de una guerra avanza por semanas y como vemos, no hay matanza que no llegue tras un continuo de ataques brutales y directos a las condiciones de vida de los trabajadores. El capital nacional se ahoga en las fronteras de sus mercados, necesita aumentar la explotación y expandirse para mantener su acumulación viva. Con tal de ganar mercados y oportunidades para colocar su capital, la burguesía no duda en recurrir a la guerra comercial, a la guerra económica y de divisas y finalmente a la guerra militar. Solo hay un freno y un antídoto: nosotros.