Ceuta no vive una «crisis migratoria»
Los sucesos que vemos desarrollarse en Ceuta no son ninguna «crisis migratoria». Se trata de un evento animado y organizado por el estado marroquí. No estamos ante un drama de refugiados sino ante un happening que sirve de presión política en el contexto del conflicto imperialista entre España y Marruecos. Un conflicto que cada vez se torna más peligroso.
No estamos ante una «crisis migratoria»
Más de 6.000 personas, según el ministro del Interior, cruzaron ayer la frontera de Ceuta bordeando el espigón del Tarajal o cruzando a nado hasta la playa de Benzú. Esta mañana, con el ejército y la Guardia Civil desplegados, las escenas se repetían: Marruecos aceptaba las devoluciones en caliente solo para volver a animarles a repetir la jugada. Titular inmediato en la prensa española peninsular: crisis migratoria.
Pero resulta evidente que a pesar de la reacción histérica de una parte de la prensa española, no estamos ante ninguna crisis migratoria: la prensa local informaba hoy que no había grupos significativos de migrantes sahelianos en la valla.
Aunque no hemos podido contrastarlo y tenemos dudas sobre los detalles -en esta región las fake news empezaron en tiempo homérico- vecinos de Castillejos y otras localidades cercanas hablaban ayer de autobuses y camiones llevando a cientos de jóvenes que venían del Sur del país y que llamaban a unirse a la chavalería local.
En realidad basta ver las imágenes de los medios ceutíes para darse cuenta de que se trata fundamentalmente de una masa de chavales marroquíes animados por el Majzen a la aventura de sus vidas. Algunos vecinos de Ceuta contaban esta mañana que grupos de estos chicos y alguna familia que tomó parte en el cruce de ayer iban a los comercios esta mañana buscando comprar mercancías que en Marruecos escasean o son demasiado caras para una familia trabajadora. De nuevo: nada parecido a ningún episodio de crisis migratoria que hayamos visto antes.
¿Marcha Verde o simulacro?
Entre la pequeña burguesía ceutí, que carga con el miedo perenne al abandono del gobierno central y la anexión por Marruecos, lo que se despertaba era el fantasma de la Marcha Verde, ayer en boca de media ciudad.
Hay diferencias fundamentales sin embargo: para empezar este movimiento no arrancó con un llamamiento de la Casa de Real ni con un llamamiento a la movilización patriótica por los partidos del Majzen. Por el contrario, las portadas de Assabah y Le Matin de esta mañana se quejaban de la hostilidad alemana contra Marruecos, reportaban el próximo congreso sobre Cannabis en Tanger... pero no dedicaban ni una palabra a Ceuta ni a España. Y por supuesto, el informativo de la televisión pública de esta mañana también fingía demencia.
La discreción del aparato propagandístico del Majzen sobre la supuesta crisis migratoria y el ánimo lúdico de los que cruzaron señala más bien que se trata de un gesto, de una señal en forma de simulacro del camino que el estado marroquí quiere hacer creer al estado español que está dispuesto a emprender. Y ahí reside el peligro.
El origen de todo esto
Como contábamos ayer, España y Marruecos llevan en un crescendo de tensiones imperialistas desde hace meses. En cuyo centro está el reconocimiento internacional del estatuto marroquí del Sáhara Occidental y en consecuencia las alianzas de España -y Alemania- con Argelia, rival regional más cercano de Rabat.
Los contratos gasísticos firmados por Sánchez con Argelia, inevitablemente fueron acompañados de una marcha atrás en la evolución de la posición española sobre el Sáhara, que tendía hacia el reconocimiento de la región como parte de Marruecos si el Majzen le daba un estatuto de autonomía. Marruecos respondió con la apertura de la vía de paso canaria desde el Sáhara, lo que produjo una verdadera crisis migratoria, que de paso le permitía liberar tensiones ante el paro masivo y el hambreo de los trabajdores de las maquilas de la región.
Tras el reconocimiento del Sáhara como parte de Marruecos por EEUU, Argelia hizo rebrotar a través del Polisario el conflicto armado y España maniobró para reanimar el papel de la ONU como parte de sus compromisos con Argel. Para rematar, los servicios secretos marroquíes filtraron a la prensa que el gobierno español recogió y dio asistencia médica al dictador vitalicio de la fantasmal República Árabe Saharaui Democrática mantenida por Argelia a partir de los 150.000 refugiados/prisioneros que mantiene en su suelo bajo control del Polisario. Como era de esperar, la actitud de la burocracia del Majzen hacia el imperialismo español no podía sino empeorar.
La principal respuesta marroquí ha consistido en dejar que la crisis económica asfixiara a las empresas y capitales españoles en Marruecos cerrándoles el acceso a contratos y financiación pública. Pero, viendo la obstinación del ministerio de exteriores español, Rabat llevaba semanas advirtiendo de que estaba dispuesta a llegar más lejos:
Según fuentes cercanas al Ejecutivo marroquí, se han llegado a manejar tres escenarios a modo de represalia: un freno a las inversiones españolas en los grandes proyectos de infraestructuras y turismo que tiene en marcha Marruecos; la reclamación de la soberanía de Ceuta, Melilla y hasta Canarias de forma oficial; y en algunos círculos más radicales se habla incluso de un estado de guerra con España
La Información, 16/5/2021
La respuesta española
Ayer y hoy la ministra de exteriores española, González Laya, fingió demencia declarando que la situación no era fruto del desencuentro con Marruecos y proclamando una normalidad ausente. El Ministro del Interior aseguró inmediatamente el envío de refuerzos policiales y las devoluciones en coordinación con Marruecos y hace unos minutos insitía en que se trataba de una crisis migratoria de causas complejas. La televisión pública española, en socorro del cinismo ministerial, apuntó rápidamente al impacto de la crisis en el norte marroquí.
Pero el gobierno no ha sido el único en jugar a no ver. Pablo Casado, líder del PP, y su portavoz Almeida, alcalde de Madrid, así como Inés Arrimadas, de Ciudadanos, insistieron en presentar lo que estaba sucediendo como una crisis migratoria.
Podemos no ha estado mucho más cerca de la realidad aun a pesar de apuntar al estado marroquí y su instrumentalización de los hechos, presentando a los que cruzaron la valla como si fueran refugiados sahelianos y sumándose así al relato de una crisis migratoria que no existe. Y qué decir de Vox y sus competidores stalinistas en nacionalismo militarista, instalados en la fantasía delirante de la invasión que tanto gusta a la pequeña burguesía y los caciques caballas y que el Presidente ceutí repetía hoy en la radio de los obispos católicos.
Sánchez sin embargo ha cancelado el viaje que hoy tenía previsto a París y comparecerá tras el Consejo de Ministros para dirigirse al país. Sabe que Marruecos no haría este tipo de movimientos si no percibiera una debilidad crítica tanto del imperialismo español como un todo como de su Gobierno. Eso explica el tuit lanzando esta mañana en el que se dirige a los ceutíes prometiéndoles la máxima firmeza para velar por su seguridad y defender su integridad como parte del país ante cualquier desafío.
El peligro real: un horizonte de conflicto creciente en la frontera Sur de Europa
Marruecos no va a invadir Ceuta, Melilla ni Canarias. Tampoco existe una crisis migratoria masiva ni un deseo de migrar masivo en el Norte de Marruecos por grave que sea la situación de los trabajadores y el campesinado local. Y no, no se trata de una nueva Marcha Verde aunque recuerde el contexto de aquella. No es más que un simulacro y sumamente medido en su alcance. No es casualidad por ejemplo que se limite a la frontera con Ceuta y no afecte a Melilla.
Mediante este simulacro el Majzen quiere dejar claro al Gobierno español que puede convertirse en un factor desestabilizador capaz de generar una crisis de estado en España en el momento más inoportuno para la gobernabilidad interna... y a Alemania y las potencias europeas que tiene capacidad para generar verdaderas crisis migratorias.