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Conversaciones entre Rusia y EEUU sobre ¿Ucrania?

11/01/2022 | Ucrania

Durante los últimos meses la OTAN viene denunciando una acumulación de tropas en la frontera con Ucrania. EEUU llegó a afirmar que esperaba una invasión rusa a principios de este año, a la que prometió responder sin embargo exclusivamente con sanciones. Ahora representantes de ambas potencias se reúnen en Ginebra para «desescalar» la tensión y evitar la invasión supuestamente en marcha. Pero ¿realmente va todo ésto sobre Ucrania? ¿Qué objetivos tienen Rusia y EEUU? ¿Hay un peligro real de guerra? ¿Con qué alcance?

Fin del tratado INF: desaparece la «profundidad estratégica» rusa y se abre un nuevo escenario entre Rusia y EEUU

Los misiles INF tienen un rango de entre 1.000 y 5500 km

Cuando en 2018 Trump intentó forzar una renegociación del tratado sobre misiles nucleares de medio alcance (INF) tenía los ojos puestos en frenar el rearme nuclear chino. Este tratado no vinculaba China -era parte del equilibrio del final de la guerra fría entre Moscú y Washington. Pero tras la expansión de la UE y la OTAN hacia el Este se había convertido en estratégicamente vital para la seguridad rusa.

El objetivo de EEUU era forzar a Rusia a arrastrar a China al mismo tratado. Trump, como es habitual jugó al órdago: [acusó a Rusia de haber violado sistemáticamente el tratado](https://www.dw.com/es/opinión-renegociar-en-vez-de-rescindir-el-tratado-de-desarme-nuclear/a-45988236 23/10/18) -lo que probablemente era cierto- y amenazó con romperlo si Rusia no llevaba al redil a Pekín. Pero la relación entre China y Rusia no es como imaginaba la diplomacia estadounidense entonces. Rusia se negó a condicionar las negociaciones a la participación china e intentó sostenerlas por su cuenta sin tener realmente qué ofrecer.

Así que finalmente EEUU abandonó el tratado... con todas las consecuencias: retomó las pruebas nucleares prohibidas por el acuerdo hasta entonces vigente y retrotrajo Europa a los años ochenta, abriendo la posibilidad de una carrera con Rusia por aumentar la dotación de misiles de corto y largo alcance apuntando a las capitales de todo el continente.

¿Qué exige Rusia?

Putin presenta su balance de 2021 ante la prensa el pasado 28 de diciembre.

Para Rusia, el despliegue nuclear norteamericano en Europa significaría pura y simplemente la pérdida de su «profundidad estratégica» y por tanto de su capacidad para defender su territorio en un conflicto prolongado en el tiempo. Sólo desde ahí pueden entenderse las posiciones rusas en Ginebra.

Rusia da por hecho que si Ucrania entra en la OTAN, EEUU desplegará misiles de corto y medio alcance en su frontera. Putin invoca las promesas estadounidenses después de la caída del Muro de Berlín de que EEUU no se expandiría hacia Moscú, el famoso «ni una pulgada hacia el este» de James Baker. Pero cuando amenaza con «responder militarmente» a esa situación, no está amenazando con invadir -de hecho es muy dudoso que tuviera capacidad real de ocupar el país- está amenazando con desplegar masivamente sus propios misiles nucleares junto a la frontera.

Algo parecido ocurre con las maniobras y ejercicios militares. En realidad es una confesión de impotencia. Cada anuncio de ejercicios militares conjuntos entre EEUU y Ucrania coloca a Rusia en una costosa movilización general del ejército... que le obliga a revelar sus propias dificultades y limitaciones militares, que no son pocas a pesar de las bravatas de Putin.

¿Es Rusia una víctima?

Maniobras rusas en Crimea

No. En absoluto. Cuando los diplomáticos y militares rusos dicen que hacer concesiones «atentaría contra su propia seguridad» llevan razón y es verdad que es EEUU el que viene elevando la presión militar desde 2018. Pero eso no quiere decir que las pretensiones rusas sean menos imperialistas ni sus argumentos menos belicistas.

El «status quo» que Rusia quiere fijar es una zona de influencia propia entre sus fronteras y las de la OTAN, con Bielorrusia, Moldavia y -al menos- partes de Ucrania y Georgia, como semicolonias y estados tampón.

Y sus medios tampoco son precisamente pacíficos ni limitados a la supuesta «zona vital» rusa. En su mensaje sobre el estado de Rusia en abril pasado, Putin amenazó con una respuesta «asimétrica, rápida y dura» si la OTAN traspasaba sus «líneas rojas». Para imaginar a qué se refería basta recordar la guerra georgiana de 2008 y trasladar sus objetivos a Ucrania.

¿Qué quiere EEUU?

Soldados de EEUU de durante las maniobras Trident en Ucrania

Ahora los representantes de Putin en Ginebra insisten en que Rusia no tiene ninguna intención de invadir Ucrania. Ninguna sorpresa. Los norteamericanos también retiraron las bravatas misilísticas.

En realidad, como han hecho explícito los negociadores, EEUU está «abierto a discutir» el despliegue de misiles en el Este de Europa y dicen no haber querido nunca hacerlo en Ucrania. «Estados Unidos no tiene intención de hacer eso», aseguró un diplomático estadounidense, esta es un área en la que podemos llegar a un entendimiento si Rusia está dispuesta a hacer un compromiso recíproco».

Y lo mismo ocurre con la participación en maniobras fuera del territorio OTAN europeo. La única «línea roja» es no discutir su presencia militar en los estados Bálticos y el Este. Sólo en Polonia mantiene alrededor de 4.000 soldados, incluida una brigada de blindados... y no piensa ni comprometerse a no ampliar sus unidades desplazadas ni mucho menos a retirarlas.

Los EEUU de Biden están manteniendo el estilo de juego de Trump: ir a cada aumento de las apuestas y doblar, sin importar los órdagos. Cuando en abril pasado Putin respondió a las maniobras ucraniano-estadounidenses desplegando tropas de manera permanente al Oeste de Rusia, EEUU respondió amenazando con desplegar misiles Patriot en Ucrania. Y Rusia lo interpretó como el comienzo de una nueva fase en el juego de los misiles.

Estamos extremadamente preocupados por el despliegue de elementos del sistema global de defensa antimisiles de EE. UU. cerca de Rusia. Los lanzadores Mk 41 ubicados en Rumania y planificados para su despliegue en Polonia se han adaptado al uso de los sistemas de ataque Tomahawk. Si esta infraestructura avanza, si los sistemas de misiles de EE. UU. y la OTAN aparecen en Ucrania, entonces su tiempo de vuelo a Moscú se reducirá de siete a diez minutos, y con el despliegue de armas hipersónicas, a cinco. Para nosotros, este es el desafío más serio: un desafío para nuestra seguridad

Putin 21/12

Ahí comienza la crisis actual, porque ese fue el punto de partida de más y más desplazamientos de unidades militares rusas hacia el Oeste.

Pero el verdadero objetivo de EEUU es llegar a un acuerdo estable que le permita mantener Europa bajo control a bajo coste para poder concentrase en China. Algo que, ni mucho menos, se limita a que Rusia no azuce la guerra en Ucrania.

Europa no es para los europeos

Caricatura rusa sobre el fin del tratado INF

Si hay un verdadero punto de acuerdo de partida entre Rusia y EEUU es dejar fuera a la UE... especialmente en el año en que, bajo liderazgo francés, la Comisión y el Consejo se proponen organizar el primer núcleo de un ejército europeo autónomo al lado, pero no dentro, de la OTAN.

Es muy significativo como la prensa francesa relata en ese marco la inexistencia de la UE en las conversaciones con Rusia... culpando a Putin para no empeorar las cosas aún más con EEUU.

Toda la secuencia diplomática por venir está construida, a pedido de Occidente [=EEUU], para integrar lo más posible las preocupaciones europeas: después de las conversaciones propiamente bilaterales en Ginebra, las negociaciones deben continuar el miércoles 12 de enero en Bruselas en un marco más amplio , durante un Consejo OTAN-Rusia. Continuarán al día siguiente dentro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Contando, por tanto, con la participación de los estados europeos en estos dos foros.

Vladimir Putin margina a los europeos, Le Monde

Pero la prensa norteamericana más cercana a Biden no teme acercarse al núcleo de la cuestión.

El hecho ineludible es que cuando Estados Unidos y Rusia se sienten en Ginebra el lunes para hablar sobre Ucrania y la seguridad los europeos no estarán allí. Y cuando la OTAN se reúna con Rusia el miércoles, la Unión Europea como institución no estará allí, aunque 21 estados son miembros de ambos grupos.

Incluso cuando las principales naciones de la Unión Europea, como Francia y Alemania, han llevado a cabo sus propias conversaciones con Moscú y son miembros integrales de la OTAN, es vergonzosamente obvio que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, considera que tanto la OTAN como la Unión Europea están subordinadas a los deseos y decisiones estadounidenses.

Eso irrita a los europeos sin fin en «un momento muy complicado en los asuntos internacionales en Europa, sin precedentes desde el final de la Guerra Fría», dijo François Heisbourg, un analista de defensa francés. «Es nuestra seguridad, pero no estamos allí».

Estados Unidos y Rusia discutirán la seguridad europea, pero sin europeos, New York Times

No se trata simplemente de una reivindicación de principio: a nadie en la UE le importa demasiado la ausencia de la propia Ucrania. Tampoco es una pataleta, la relación con Rusia es realmente estratégica para el capital europeo en general y aún más para el alemán. Cuestiones fundamentales para el capital alemán como la apertura del Nord Stream 2 y el abastecimiento de gas para la industria a precios que permitan la competitividad exportadora dependen al final del curso de estas conversaciones.

La lección para la UE es evidente. Putin se venga de los retrasos del NordStream 2 y de las sanciones UE hablando con «el jefe de todo ésto» e ignorando a Paris y Berlín. Y Biden muestra que ha tomado nota de las quejas por la salida intempestiva de Kabul y la reversión de los contratos franceses en Australia por el AUKUS... y que la conclusión que ha sacado es que hay que disciplinar aún más a los europeos a base de ignorarlos en la determinación de su propia área de influencia imperialista.

Los estadounidenses saben que si las conversaciones son infructuosas y la situación se deteriora y degenera en un despliegue masivo de misiles de corto y medio alcance por todo el continente las potencias europeas quedarían aún más dañadas que Rusia, condenadas a depender de Washington para poder disfrutar siquiera de capacidad de represalia y disuasión.

Los rusos por su parte saben que, Pacto Verde mediante, sea a través de Ucrania o del Báltico, el mercado energético europeo va a seguir siendo dependiente... y que en un marco de confrontación los precios del gas pesan más en Berlín que el destino del Donbass.

Y mientras tanto, Rusia y EEUU saben que pueden tomarse el tiempo que quieran para llegar a un acuerdo porque cada día que pasa dejan más clara la impotencia del «proyecto europeo».