4 cambios de importancia global que empezaron ayer y que las televisiones no te contaron
La prensa abunda en toda Europa sobre los cambios cotidianos que impondrá el acuerdo final de Brexit, desde Gibraltar a Calais y la frontera irlandesa. Pero el Brexit no es el único acuerdo de calado cuyos resultados empezarán a hacerse sentir en estos días.
1 De forma no menos agónica que el Brexit, la UE firmó el día 30 el acuerdo de inversiones con China. Fue, al parecer, el resultado de la presión alemana con Merkel dándolo todo frente a Francia y Holanda. El acuerdo permite a los grandes capitales europeos invertir en China... pero no en condiciones de igualdad con las grandes empresas estatales como deseaban los europeos. El acuerdo está hecho a la medida de la industria de automoción alemana:
VW vende uno de cada dos automóviles en la República Popular y China es el mercado más importante para Daimler. Gracias al acuerdo, podrán involucrarse en vehículos eléctricos en el futuro. Con la decisión estratégica de enfocarse tanto en el mercado chino, Volkswagen en particular se ha maniobrado hacia una dependencia que apenas deja al gobierno alemán la opción de ser crítico con China.
Como es lógico, entre la clase dirigente de EEUU y Gran Bretaña, pero también en China se ha visto el acuerdo como una confesión de debilidad europea que fortalece la posición global de los intereses imperialistas chinos. Pekín ganaría además la oportunidad de ganar influencia país a país a través de sus inversiones, comenzando por el Este y el Mediterráneo. Por eso mientras Holanda hizo llamamientos a esperar a Biden para contrapesar a los negociadores de Pekín y obtener más ventajas en el mercado chino, Francia -en principio partidaria de una relación autónoma con China sin excesivas tutelas estadounidenses- rogó a Merkel un retraso. No tanto para obtener más en el mercado asiático, sino para tener que ceder menos en el europeo. Macron sabe que los piropos chinos a su llamamiento a una mayor autonomía estratégica frente a EEUU tienen trampa. Porque, como de alguna manera los analistas chinos vienen a decir, la participación creciente de capital chino en la UE funcionaría como ese parásito que puede llegar a salvar al huesped de sus propias enfermedades... a su pesar.
2 Arranca formalmente el área de libre comercio africana. Solo Eritrea ha quedado fuera en todo el continente, así que hablamos de un territorio con 1.300 millones de personas y -para los capitales- un potencial de 3,4 billones de dólares en transacciones comerciales. El acuerdo tendría que haber arrancado en julio pero la imposibilidad de mantener reuniones presenciales retrasó el proceso.
¿Quiere esto decir que a partir de ahora no habrá aduanas en prácticamente todo África? No. Ni mucho menos. Ahora debería empezar, a base de negociaciones, el desmantelamiento de las defensas arancelarias... país a país. Lo que está claro es que si se ha llegado hasta aquí es porque los intereses imperialistas de Marruecos, Egipto o Sudáfrica ven la oportunidad y aspiran a vender en todo el continente más de lo que ya hacen. Imperialismo clásico que tiene siempre una dimensión paralela: exportar capitales sin destino por un lado y atraer nuevos capitales por otro. Es decir, al final resultado global dependerá de dos ejes que son contradictorios por sí mismos. Por un lado de la capacidad de las potencias industriales africanas para llegar a posiciones compartidas frente a los capitales más débiles a pesar de las contradicciones entre sí. Nigeria por ejemplo, no rema con los demás. Y por otro de la capacidad de estas mismas potencias para vehicular capitales internacionales atraídos por las oportunidades que se abren... en vez de competir con ellos.
Es decir, la contradicción principal que hace trastabillar las promesas del acuerdo está en el propio ser de los capitales nacionales africanos: entre sus intereses imperialistas y su situación semicolonial insuperable.
3 Con el año nuevo Gran Bretaña saca músculo imperialista: enviará una armada al Mar de China Meridional en la que estrenará su nuevo portaaviones. Deberá unirse allí a las armadas de Japón y EEUU para presionar en las islas Senkaku cuya soberanía es activamente disputada por China. Al parecer, las naves británicas participarán en ejercicios anfibios que ensayarán una conquista efectiva de las islas. Todo un mensaje británico en una región en la que la tensión creció a lo largo de todo el 2020 y en la que se escenifican las contradicciones de China con socios y rivales.
Pekín ha respondido anunciando que tomará medidas para asegurar su soberanía, lo que augura nuevas movilizaciones militares y el peligro de nuevos roces entre buques de guerra. Gran Bretaña, entra en su primer año de verdadero Brexit, como era previsible: acercándose a EEUU por un lado, pero también azuzando conflictos. Imperialismo manda, al igual que Turquía durante los últimos años, tiene que hacerse presente en zonas de conflicto para ganar argumentos de negociación comercial. Solo que el capital británico es mucho más potente que el turco y su capacidad para crear problemas en todo el mundo también.
4 El 1 de enero Cuba inició la convertibilidad del peso. Un plan de ajuste que en realidad es un plan de desarrollo y refuerzo de la imbricación del capital cubano en el capital internacional y que necesariamente va a succionar aun más rentas de los trabajadores llevándoles al borde del hambreo. La burguesía de estado cubana tiene bien presente el desastre venezolano y busca apuntalar su propia viabilidad dando más juego a los capitales y fondos internacionales homologando las condiciones de explotación.