100 años de Octubre no os felicitéis, es hora de ponerse a trabajar
Hoy se cumplen cien años de la revolución de Octubre, el asalto final que entregó todo el poder a los consejos de obreros y dio paso a la primera experiencia de un estado proletario en un amplio territorio. Para un comunista no puede ser una conmemoración folclórica. No va con nosotros pasear y mostrar banderas e iconos como en una celebración religiosa. No podemos hacer del 7 de noviembre una de esas festividades en la que nos invitan a comprar tarjetitas y declarar buenos deseos.
No estamos celebrando el triunfo del proletariado ruso ni el aniversario de la primera oleada de la Revolución mundial mientras vivimos en una sociedad prácticamente desmercantilizada donde el estado ha sido ya absorbido casi totalmente por la sociedad en su conjunto y donde nadie recuerda ya los conflictos de clase. No hemos salido de la pesadilla todavía. Ni siquiera estamos en mitad de una nueva ofensiva de nuestra clase, a las puertas de nuevo de tomar el poder en todo el mundo y arrancar el camino hacia el socialismo. Queda un ingente trabajo por hacer.
El punto de partida del trabajo que debemos hacer es preguntarnos qué pasó realmente; por qué fracasó la revolución mundial que debía haber multiplicado la revolución rusa; por qué no sobrevivió el estado de los consejos obreros instaurado hace ahora un siglo. Lejos de festejar con banderitas y pines, si queremos servir a nuestra clase y que gane una nueva oportunidad, tenemos que estudiar, aprender y aplicar hoy lo aprendido. Si haciéramos otra cosa, si nos complaciéramos en viejas fotos y carteles o nos quejáramos de «la clase de hoy», lejos de alinearnos con los revolucionarios de entonces y su inmenso legado, estaríamos dando combustible a la culpabilización y negación de los trabajadores que persiguen las «celebraciones» de la burguesía y sus reportajes «históricos».
Así que hoy, 100º aniversario de Octubre, queremos, en primer lugar, invitaros a leer dos manifiestos publicados en el último mes y que destacan por su claridad política e histórica:
- «La revolución mundial es el único futuro de la humanidad» [español].
- «El significado de la Revolución rusa hoy» [inglés] [italiano].
Y para que leáis con un poco más de tiempo pero con no menos atención y actitud crítica:
- Nuestra, todavía inacabada, «Breve Historia de la contrarrevolución en Rusia» en html en la Escuela de Marxismo.
Y si además de estudiar, aprender y ayudar a la organización y batalla cotidiana, hemos de decir algo hoy, precisamente hoy... que sean las últimas palabras de Rosa Luxemburgo:
Vuestro orden está edificado sobre arena. La revolución, mañana «se elevará de nuevo con estruendo hacia lo alto» y proclamará, para terror vuestro, entre sonido de trompetas: ¡Fui, soy y seré!
Rosa Luxemburgo. El orden reina en Berlín, 1919