
Estamos ante el fin de Alemania como gran potencia. El capital alemán vive su peor crisis en un siglo. Las consecuencias económicas de la guerra convierten el modelo industrial en insostenible y la pobreza laboral se acelera. La clase dirigente alemana quiere responder sin embargo acelerando simultáneamente todas las estrategias que aumentan sus contradicciones: militarismo, Pacto Verde, austeridad y agresividad imperialista.